Madre Rosa unía sus trabajos y sufrimiento con la ofrenda de Jesús por la salvación del mundo. Esta intención la hizo servir a los pobres y enfermos, fundar la Congregación de las Hermanas Consoladoras y llevar con paciencia la cruz de sus enfermedades.
Señor Jesús, tú pusiste en el corazón de Madre Rosa un deseo de consagrarse totalmente a ti como una ofrenda por reparación y consolar a tu Sagrado Corazón. Te pedimos, por la intercesión de tu servidora Madre Rosa, danos la gracia …, para que su amor a Dios y a las almas inmortales sea un ejemplo para tus fieles. Enséñanos también a nosotros a trabajar y sufrir por el bien eterno de nuestros hermanos y convertir así su cruz en una ofrenda fecunda.
Sagrado Corazón de Jesús, ¡en Ti confiamos!